¿A quiénes les interesa la guerra?

A nosotros NO. A los ciudadanos normalitos no nos interesa la guerra. De haber una guerra en Europa, nosotros mismos o nuestros hijos serán los que tendrán que ir a morir al frente, y solo para defender los intereses de otros.

El sistema capitalista está sobresaturado. Esta forma de gestión económica está basada en el consumo desenfrenado, compulsivo y masivo. Hoy el sistema capitalista se encuentra con dos problemas: la sociedad está colmatada de bienes de consumo, pero a la vez, los ciudadanos normales cada vez tienen menos capacidad adquisitiva y por tanto no pueden consumirlos (al menos tantos). El sistema capitalista hoy tiene que destruir para poder construir después y continuar con el ciclo económico.

Los nichos de mercado en los que se apoya este sistema depredador y envejecido son muchos, se me ocurren tres como ejemplo:

  • El mundo inmobiliario y la vivienda en alquiler principalmente. Los fondos de inversión (fondos buitre), están haciendo una apuesta sin precedentes en la compra de viviendas usadas, como alojamientos turísticos y otras (nuevas o usadas) para ofrecerlas a los jóvenes en alquiler.
  • Los mayores del primer mundo son una apuesta segura. Normalmente disponen de vivienda en propiedad, han acumulado algunos ahorros durante su vida y cobran una pensión asegurada. A ellos van dirigidos los paquetes turísticos de viajes, balnearios, cruceros… Los nuevos sistemas residenciales en viviendas colaborativas. Y los sistemas de cuidados personales (estéticos, sanitarios, mantenimiento, etc.).
  • Para las edades intermedias (entre 35 y 65 años), el reclamo se centra principalmente en los hijos. Cuando son pequeños, todo lo que se refiere al cuidado y la educación. Cuando son más mayores, la formación media y universitaria (cada vez más en centros privados), así como ayudas en lo cotidiano (vestimenta, casa, coche, etc.).

Pero el capitalismo sabe que todo esto se agota: el trabajo se agota, las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial, la concentración y externalización de empresas, etc., propician un trabajo cada vez más precario, peor remunerado o directamente el paro. Un país como el nuestro no puede depender solamente de los servicios y el turismo.

Por todo esto, las mayores inversiones que estados y corporaciones privadas hacen, es en armamento. Y el armamento se fabrica para usarlo. El sistema capitalista necesita varias grandes guerras simultáneamente para seguir subsistiendo. Las guerras se provocan por estas y otras razones:

  • La Unión Europea (incluso la OTAN), la ONU y otros organismos internacionales se crean para impedir que los conflictos entre países estallen en guerras. Cualquier disputa puede ser resuelta mediante el diálogo y la negociación, antes de que el conflicto sea irremediable.
  • Aunque puede que los intereses de unos u otros no sean resolver el conflicto, sino provocarlo y alargarlo el mayor tiempo posible. Hay países cuya razón de existir es el conflicto permanente (como Israel). Algunos estados se financian mediante la fabricación y venta de armas EEUU). Todo lo que se usa y se destruye en la guerra, hay que reponerlo.  El entretenimiento y desgaste del contrario en el conflicto, se entiende como una estrategia de guerra.
  • Los posicionamientos estratégicos, (control de países, materias primas y flujos  comerciales), el sometimiento dependiente de países y continentes (como el caso de Europa por EEUU) o el control de la economía mundial, solo son posibles mediante el miedo, la amenaza o la fuerza como recursos autoritarios y despiadados.

Parece que los que nos gobiernan han optado por las soluciones bélicas y no por las negociadas. Nos quieren convencer de que ‘el honor’, ‘la patria’…, o ‘el miedo’, porque viene el lobo feroz, son razones para que nos matemos unos a otros, incluso que justifican una más que posible destrucción de la humanidad.

NO PODEMOS DEJARNOS ENGAÑAR, CUALQUIER COSA ANTES QUE LA DESTRUCCIÓN Y LA MUERTE.

Todos los conflictos se pueden resolver mediante el diálogo y la negociación. En los próximos días votamos para elegir a nuestros representantes en el Gobierno de la Unión Europea. Son muchos los partidos que se inclinan por la escalada bélica hasta donde llegue. Hay otros partidos, de izquierdas (como PODEMOS), que desesperadamente defienden la opción de la paz, el diálogo y la negociación. Normalmente esto coincide con los que defienden los derechos sociales, el reparto de la riqueza, la calidad de vida, el respeto al medio ambiente y al planeta, la educación y la sanidad pública, las pensiones, etc.

Son a esos partidos a los que la clase trabajadora, las y los ciudadanos de a pie tenemos que votar.

NO A LA GUERRA. SÍ A LAS LIBERTADES Y A LOS DERECHOS SOCIALES.