Suspendidas durante los dos años de pandemia, el pasado viernes volvían a ofrecer a uno de los barrios más tradicionales de Rivas un espacio con todo tipo de actividades. Especialmente concurridos los espacios infantiles.
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Imposible calcular la asistencia, el pasado viernes y ayer, sábado, a las fiestas de La Pablo, en el barrio de Pablo Iglesias de Rivas. La gente abarrotó desde muy pronto el recinto que tradicionalmente se utiliza para este evento, en pleno centro de la zona.
Los stands de distintas asociaciones se vieron concurridos y los conciertos y actividades diversas que estaban programadas -todas ellas, llevadas a cabo puntualmente- contaron con enorme participación ya desde primera hora del viernes. El ambiente fue, en general, muy familiar, con grupos amplios de gente ocupando las dos pequeñas praderas creadas en la zona de fiestas, tanto para comer como para cenar.
Ayer, sábado, la afluencia de público aumentó y estuvieron particularmente concurridos las actividades infantiles y los conciertos de la noche de ambos días, con «Jazz Lemon«, «Hijas del Mezcal» y ‘Matalauva’, último en actuar anoche. Además, los más pequeños pudieron disfrutar con varios espectáculos enmarcados dentro del Festiclown.
Al finalizar la noche se lanzaron cuarenta cohetes «silenciosos» de fuegos artificiales, para celebrar el cuarenta aniversario de la fundación del barrio, uno por cada año.
Se notaba, en definitiva, que había ganas, muchas ganas, de volver a juntarse y disfrutar del esparcimiento. Una diversión que, como siempre, estuvo acompañada por la actividad solidaria. Tal como los organizadores habían anunciado, la recaudación obtenida en las fiestas se destinará a proyectos solidarios, esta vez con el Sahara gestionados por Rivas Sahel.
