Entre las tareas que han realizado los voluntarios se encuentran la reproducción de especies de flora acuática incluidas en el catálogo de especies amenazadas de Madrid. Estas especies están vinculadas a ambientes calizos y salinos, entre las cuales destacan diversas especies de juncos y charas denominados “Schoenoplectus litoralis”, “Chara vulgaris” o la “Typha domingensis”. La Fundación ha explicado que estas plantas destacan por su interés ecológico “al contribuir a fijar sedimentos, mantener las aguas transparentes y difundir el oxígeno, aumentando así el potencial biótico de los ecosistemas acuáticos”.
Por otro lado, se han realizado actividades de adecuación de juncos, eneas y charas, para poder ser trasplantados, así como la preparación de macetas que sirvan de semilleros de estas plantas acuáticas en el vivero del Caserío de Henares.
El trabajo realizado por los voluntarios se espera que sirva para la reproducción en vivero de más de 8.000 plantas, las cuales serán posteriormente introducidas en el medio natural, en humedales de reciente creación. De esta forma, se contribuye a reforzar las comunidades vegetales autóctonas y se minimiza la aparición de especies invasoras en este entorno protegido, señalan desde la Fundación.