Una especie de cardo está a punto de ser completamente extinguido en la Comunidad de Madrid «debido a la sinrazón y al desprecio que muestran la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Coslada», según una nota de prensa de varias organizaciones ecologistas de la región. La construcción del futuro Centro de Transportes de Coslada «arrasará el único enclave que tiene la Cynara Tournefortii», un cardo considerado el ‘lince ibérico’ de la flora, y pondrá en peligro su pervivencia a nivel mundial, según la nota. Los colectivos ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo hacen un llamamiento desesperado para que se cambie el emplazamiento del Centro de Transportes y se proteja esta especie de su desaparición.
Una espectacular especie de flora ibérica, la Cynara Tournefortii, que en los últimos años está desapareciendo, por razones que aún se desconocen, de los lugares en los que estaba mencionada y que a día de hoy tan sólo se halla en el Alentejo (Portugal), Badajoz, Cádiz, y Madrid; corre serio peligro de extinción a nivel mundial, según la alarma dada por varias organizaciones ecologistas madrileñas en una nota de prensa hecha pública hoy. A consumar este hecho puede contribuir «la inminente destrucción del enclave más importante de los existentes, una parcela en el Centro de Transportes de Coslada, con unos 200 ejemplares».
Ni la Consejería de Medio Ambiente ni el Ayuntamiento de Coslada «han querido escuchar las alternativas propuestas por colectivos ecologistas y comunidad científica para la conservación de esta especie». Tan sólo bastaría con ubicar esta instalación en otra parcela cercana para que la mínima sensibilidad para cambiar el proyecto existente, según los ecologistas.
La situación, que califican de «tan crítica o más que la primera a nivel nacional, la Malvella sherardiana», va a correr la misma suerte a causa de las obras. Los ecologistas recuerdan que «Desgraciadamente este no es un hecho aislado sino que cuenta con antecedentes. La última población de una especie protegida en la legislación autonómica, la Securinega tinctorea, fue eliminada de cercanías en los terrenos donde vivía, vulnerando su propia legislación».