Continuamos con otra maravillosa poesía de nuestro joven colaborador Alejandro.A.
Recuerdos de nadie:
El horizonte, como manta de inocencia,
cubre un monte abandonado,
que poco a poco
Se convierte en vana locura.
Como sueños que son inútiles,
en el firmamento, sin poder volar
mis deseos más deseados, sin mi,
sangrando podrán llegar.
Nuestras vidas son de una moneda,
girando lentamente,
en la infinidad de la soledad,
en el corazón donde se aposenta.
Pon una voz blanca,
desgarrada y despiadada.
como una promesa ardiente, y fría
por todos y por nada.
Mientras mis ojos, lejos por momentos
siguen ocultos en aquel lugar
Buscando entre centenos y sauces
lo que solía ser y porque deje de serlo.
Podría ser amigo de mi propia oscuridad,
ocultarme de la luz en el bien
podrían mis ilusiones viejas
volver a morir en paz.
Llorar me digo a mi mismo,
por volver a abrazar,
mirando aquel mirando
muriendo en la eternidad.