La zona, que acoge siete de las ocho parcelas que la EMV construye dentro del IV y V planes de Vivienda, está planteada en torno a dos sectores diferenciados: un gran bulevar central destinado al paseo y dotado con árboles de sombra y áreas de pradera, y con mobiliario para el ocio infantil; y los taludes de las calles Ocho de Marzo y de la Tierra, dotados con especies autóctonas de árboles y arbustos, y el concepto de la xerojardinería local, es decir, el uso de los vegetales mejor adaptados al medio para obtener así un menor consumo hídrico.
El mobiliario urbano está construido con materiales reciclados y las farolas con tecnología de bajo consumo LED. Otros elementos que acercan a la ciudadanía al medio son la representación de explotaciones agrarias de antaño, tratando de fomentar entre los residentes hábitos conservacionistas y didácticos.
