Una nueva editorial en Rivas propone los cuentos como «herramientas para abordar situaciones complejas»

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‘Crececuentos’ le da nombre a una colección de cuentos infantiles auto-editados que abordan temas complicados «con historias sencillas, delicadas y enternecedoras». Las creadoras de este proyecto son dos hermanas ripenses: Violeta Morales (autora y editora), que es licenciada en Psicología y en Antropología; y Jara Morales (ilustradora), licenciada en Bellas Artes. Preocupadas por «la  desintegración de la sociedad y la falta de valores que vivimos, nos fascinó la idea de aunar nuestro interés por el ámbito social en  nuestro trabajo cotidiano con niñas y niños».

Ambas enmprendedoras explican que «Nosotras encontramos en los cuentos una excelente herramienta para comunicarnos, aprender y enseñar, que además nos permite dar  rienda suelta a nuestra imaginación y ponerla al servicio de la comunidad. ‘Crececuentos’ es respeto, diferencia y crianza y quiere brindar a las personas adultas otra forma de decir las cosas: decirlas con cuentos».

Conscientes de la escasez, en muchos casos, y del vacío editorial, en otros, hacia determinadas temáticas, decidieron abordar en estos tres primeros títulos «aquéllas que considerábamos más actuales y que nos preocupaban especialmente». Así, el desempleo, el valor de las “pequeñas grandes cosas” y la inversión de roles en el ámbito familiar dio lugar a ‘Papá está en el paro’. La enfermedad de Alzheimer, su  desdramatización y la visión que puede tener un niño ante la misma gestaron ‘Qué raro está el abuelo’; y ‘Tenemos dos  mamás’ surgió con el fin de «actualizar el tradicional concepto de familia y dar respuesta a la necesidad de explicar conceptos que  pudieran resultar difíciles, como es la inseminación artificial». En todos los casos, aseguran las autoras, «hemos tratado de acercarnos a estos temas de manera  directa, sencilla y con un trasfondo positivo».

Las hermanas Morales apuestan por «esta manera de educar, desde la calidez y el desenfado, pero sin titubeos, abordando la vida con rotundidad y llamando a las cosas por su nombre». Han optado por la autoedición descartando presentar sus proyectos a grandes editoriales consolidadas porque, «fieles a nuestros principios, deseábamos sacar adelante nuestro trabajo sin la explotación de ninguna de las personas que han participado en su proceso productivo. Y apostamos por nosotras mismas».