Rivas Ecópolis ha perdido esta tarde (78-50) su segundo partido de la segunda vuelta de Euroliga, ante el Nadezhda Orenburg ruso, en la cancha de este último. A pesar de haber competido durante los tres primeros cuartos frente a una notable superioridad rusa, las de José Ignacio Hernández no han podido hacer frente al vendaval del último periodo, en que Nadhezda ha endosado un parcial de 25-8 al equipo ripense.
Nada que ver este nuevo Nadezhda Orenburg con el que visitó e Cerro del Telégrafo, allá por noviembre. El equipo ruso defenestró a su polémico entrenador de entonces, Paulauskas, y lo sustituyó por George Dikeoulakos, al tiempo que fichaba a la pivot americana Glory Johnson, una garantía que mostró sus posibilidades haciendo 19 puntos y capturando 11 rebotes. Ahora el equipo ruso juega como un conjunto y aprovecha mucho mejor el enorme potencial de sus jugadoras. El resultado, en lo que a Rivas Ecópolis se refiere, es esta enorme distancia en el marcador, que compensa ampliamente los diecinueve puntos de diferencia que las ripenses endosaron a este equipo en el Cerro.
No obstante, el partido, durante la primera mitad, no estaba, ni mucho menos, tan claro como lo estuvo al final. Las diferencias, aunque casi favorables a las rusas, no se movían demasiado de los diez puntos, con muchos momentos en que las españolas se pusieron a cuatro o cinco, agarrándose siempre al partido. Incluso llegaron a lograr una mínima ventaja en el marcador en el segundo cuarto, pero, ciertamente, no fue significativo.
Como anécdota, destacar la variante de juego buscada por Dikeoulakos consistente en poner a Anna Cruz a jugar como base, tarea en la que la española se ha desenvuelto perfectamente. A destacar también la espléndida actuación de una Laura Nicholls que volvió a dar a su equipo más de 38 minutos de juego y que anotó 17 puntos.
