El grupo de teatro aficionado asturiano La Galerna actúa este sábado en Rivas en un programa de intercambio con grupos locales

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Las tres actrices y el actor del elenco de La Galerna, interpretando la comedia (Foto archivo)

La actuación es la primera del programa de intercambio de experiencias y propuestas culturales en el que Rivas está participando con federaciones de teatro amateur de otras comunidades autónomas.

El grupo de teatro aficionado asturiano La Galerna presenta en Rivas, este sábado 21 de septiembre (20:00 horas, salón de actos del Centro Cultural Federico García Lorca), la obra ‘Saxfem’, una pieza que retrata el comienzo de los primeros intentos de búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres, en el siglo XIX.

La Galerna se formó con miembros de los primeros talleres de teatro de la Universidad Popular de Gijón en 1984, el mismo año en que la Universidad Popular de Rivas fue establecida. Desde entonces, la composición del grupo teatral gijonés ha experimentado cambios significativos: actualmente, dos de sus actrices fundadoras siguen formando parte del elenco.

La actuación del grupo asturiano es fruto de un nuevo programa de intercambio de experiencias y propuestas culturales en el que Rivas está participando con federaciones de teatro amateur de otras comunidades autónomas. La del sábado 21 será la primera actuación incluida en este programa.

Saxfem‘, escrita por José Manuel Fernández Argüelles, es una comedia ambientada a finales del siglo XIX, en la que se explora el momento en que las mujeres comenzaron a demandar su lugar en la sociedad y la igualdad de derechos con los hombres, según su autor.

En cuanto a los personajes, sorprendentemente, el tema se desarrolla a través de cuatro personajes masculinos, de los cuales tres deben ser interpretados por mujeres según indicaciones expresas del autor.

La sinopsis que el grupo facilita sobre la obra explica que «Tres sencillos funcionarios son trasladados desde la oficina del semisótano al primer piso del ministerio. Un nuevo jefe llega con un nuevo cometido: crear la Oficina para la Igualdad Femenina. Estamos a finales del siglo XIX y además de que nadie entiende nada, todo lo que se pueda decir o hacer puede constituir un desatino, pero el trabajo ha de realizarse y los funcionarios se pondrán manos a la obra. El problema llegará cuando el nuevo jefe vea las conclusiones de tan osado cometido«.