Ha vencido esta tarde con holgura (75-53) a un Cadí ICG Software que sólo dio muestras de poder inquietar en el marcador durante los primeros compases del partido. A destacar el reencuentro de Frida Eldebrink con la canasta (22 puntos, de ellos, 2 de 4 triples, y MVP del partido), la continuidad del esfuerzo de Allison y el mantenimiento del momento dulce de Laura Nicholls. Por parte catalana, Parham y Asurmendi pusieron la gran mayoría de las respuestas a Rivas.
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El comienzo del partido fue un espejismo. Cadí se hacía con el mando en el marcador durante los primeros tres minutos e iba engrosando las diferencias hasta llegar a un 4-9 que marcó el final del cortísimo idilio de las de La Seu con el mando. A partir de un tiempo muerto pedido por José Ignacio Hernández comenzaron a funcionar las ayudas en defensa, un tanto descuidadas en esos primeros lances, y a gestionarse con rapidez y precisión la subida del balón y la circulación del mismo. Fruto de ello fue un parcial de 11-0 que colocó a Rivas por delante en el marcador con 15-9 a mediados del primer cuarto. La renta no hizo sino incrementarse, aunque no de manera excesiva, durante el resto del periodo.
En el segundo cuarto las catalanas siguieron sin encontrar la manera de taladrar la defensa ripense de manera estable. Tan sólo algún tiro de Parham conseguía solucionar la papeleta ofensiva de su equipo, mientras que Rivas contaba con algunos recursos más, especialmente gracias al estado de gracia en el que sigue Laura Nicholls, que aunque no anotó la mayoría de sus puntos en esa fase, sí que supuso siempre una amenaza evidente para las interiores de Cadí. Con todo, las visitantes consiguieron aprovecharse de un pequeño bajón defensivo de Rivas Ecópolis para llevarse la manga por un exiguo punto de diferencia (13-14), dejando el marcador al descanso en 34-25.
A la vuelta del vestuario Rivas apretó los dientes y planteó una individual de la que las catalanas no supieron salir en casi ninguna ocasión. Da la impresión de que ante la falta de recursos físicos con que el técnico ripense se encuentra, la consigna fuera presionar a rachas si la marcha del partido lo permite. El tercer cuarto fue una de esas rachas, y bien larga. Cadí se encontró con hasta tres ataques sin poder mirar el aro, algo que obligó a su entrenador a parar el partido, aunque sin resultados evidentes. Sólo Parham y Asurmendi pudieron dar la réplica a los momentos de brillantez que Rivas Ecópolis dejó sobre la cancha. La Nedra Brown, que habría sido la tercera pata que Andrés Bou tenía para hacer frente al compromiso, se cargó muy pronto de personales y no pudo estar en el parqué el tiempo suficiente para centrarse.
Por el contrario, Rivas iba entonándose y Eldebrink y Allison encontraron la canasta rival desde dentro y desde fuera de los 6’75 con bastante asiduidad. También Ocete y Quevedo se apuntaron, aunque algo más tarde, a un festival que volvió loca a la grada del Cerro, absolutamente repleta en esta ocasión.
El partido terminó con un último cuarto en el que tan sólo Parham y Asurmendi, por parte de Cadí, parecían dispuestas (especialmente la americana) a poner intensidad a pesar de la evidencia de la derrota de su equipo. Parham abandonó la cancha con cinco personales dos minutos antes de terminar el encuentro. Por parte ripense, con alrededor de veinte puntos de ventaja, José Ignacio Hernández djo entrada por segunda vez a Inés Mata (que ya había salido unos minutos en el tercer cuarto), y también a Marta Hermida. Ambas protagonizaron una jugada para el recuerdo, cuando la base ripense, casi cayéndose en carrera, asistió a Mata con un pase casi a ras de suelo que la jovencísima canterana logró atrapar para anotar los últimos puntos de su equipo.
Y si excelentes fueron las sensaciones transmitidas por las dos jóvenes jugadoras en los pocos segundos que estuvieron en cancha, algo menos positiva fue la cara ofrecida por el último fichaje de Rivas Ecópolis. Jasmine Hassell, la pivot norteamericana llegada hace poco para cubrir la baja de Laura Gil, contó con catorce minutos en los que dio muestras de buen sentido para coger la posición en la pintura, pero también de una escasa interiorización de la forma de arbitrar en España y, en general, en Europa. Sus movimientos resultan demasiado bruscos bajo la canasta y consiguen que los árbitros interpreten con facilidad falta en ataque de la jugadora norteamericana. En el partido de esta tarde Hassell ha terminado con cuatro personales y ha dado lugar a que José Ignacio Hernández tuviera que tirar de Inés Mata en un momento en el que el marcador no estaba tan claro como lo estuvo al final. Parece evidente que la jugadora tendrá que trabajar tanto la adaptación al estilo de arbitraje europeo, como la técnica para el enceste bajo canasta, en la que se la ha visto algo desorientada.
Buenas sensaciones para la Copa de la Reina
El equipo ha dado en general muy buenas sensaciones de cara a su próximo compromiso copero frente a Beroil Burgos. No se han notado bajones físicos y Nicholls ha podido tener, aunque con limitaciones, alguna rotación, algo imprescindible si no se la quiere quemar. Frida Eldebrink ha parecido reencontrarse con la canasta, y sobre todo no parece tener limitaciones psicológicas al respecto: en cada ocasión ha tirado con convicción y buena selección de tiro. Allison sigue en racha y cada partido certifica más y mejor su condición de elemento a tener en cuenta de cara al tiro exterior del equipo, lo mismo que ocurre con Gaby Ocete. Laura Quevedo también ha dado muy buenas sensaciones, sobre todo cuando ha defendido a la difícil Parham. Vega Gimeno también ha ofrecido mejor cara que en alguna de las últimas ocasiones.
Con esos mimbres puede pensarse, sin caer en el optimismo, que el cesto de la Copa de la Reina contiene alguna papeleta para Rivas. El sorteo ha deparado que su rival en semifinales sea Burgos, que también hoy ha sacado adelante su compromiso liguero ganando a domicilio a Bembibre por 59-65. Las espadas están en alto, pero el filo de la ripense parece más cortante que en semanas anteriores.