Pierde (63-78) contra Perfumerías Avenida en un partido clave para la Liga Femenina, a causa de un primer cuarto desastroso en el que destacó la pobreza defensiva de Rivas, ayudada por una pésima actuación arbitral. La segunda parte se vio marcada por una reacción fulminante de las de Miguel Méndez que, no obstante, no pudieron remontar un partido que ya perdían por más de 20 puntos.
Dice un conocido refrán que «camarón que se duerme, la corriente se lo lleva», y hoy Rivas Ecópolis se durmió durante casi todo el primer cuarto. Lo reconocía Jelena Dubljevic al finalizar el encuentro, lo reconocía también Anna Cruz y lo reconoció Miguel Méndez. Quizás la montengrina fue la más gráfica: «Salimos muy blandas creyendo que podíamos ganarles así, y en cambio ellas salieron con un nivel europeo, y así pasó…». Esos diez primeros minutos (en realidad, las diferencias grandes se establecieron en un tiempo record: a los cinco minutos ya iba perdiendo Rivas por más de diez) dejaron en el marcador un resultado (14-25) que pesó como una losa. El segundo cuarto aún no conoció reacción positiva de las ripenses, que si bien lograron entonarse, siguieron acumulando desventaja (20-41 al descanso).
A la vuelta del vestuario el panorama cambió. Perfumerías perdía varios balones seguidos y lo que en la primera mitad eran tiros fallidos (muchos por mala suerte, pero otros, por mala selección de tiro) ahora entraban Fueron Dbljevic y Cruz quienes capitanearon el ‘renacimiento’ de las ripenses, atreviéndose con serenidad a lo que antes no se atrevían. Las diferencias fueron reduciéndose hasta rozar los diez puntos, si bien Perfumerías es mucho equipo para perder ventajas semejantes alegremente. Fueron Bonner y De Souza quienes mantuvieron a las salmantinas en liza y por delante en ese cuarto.
El último periodo mostró una continuidad de la remontada de Rivas, que lograba reducir algun punto al final de cada secuencia de ataque – defensa. Cruz se infló a robar balones y a coger rebotes (alguien debería intentar descubrir dónde tiene los muelles instalados esta magnífica jugadora) y a dirigir contrataques, pidiendo el balón una vez tras otra y llevándolo hasta la zona contraria. Rivas tiraba de todo el repertirio: entradas a canasta, tiro exterior, asistencias, rebotes… Sin embargo, el enorme esfuerzo realizado no fue suficiente. En los dos últimos minutos un descenso en la concentración y en el acierto en el tiro echaron abajo la ilusión que se había instalado en el banquillo, la cancha y la grada. De Souza, Xargay y Bonner respondieron a su fama y dejaron las cosas en esos quince puntos que resultaron excesivos para los méritos de la segunda parte, pero justos si se mira todo el partido.
Los árbitros, clamorosamente malos
No es frecuente en baloncesto echar la culpa a los árbitros de los partidos perdidos, y no puede decirse que este partido no lo haya ganado Perfumerías. Las salmantinas, como tantas otras veces, jugaron un gran partido y el mérito es suyo. Sin embargo, es evidente que las cosas pueden cambiar dependiendo de determinadas actuaciones arbitrales. Las que adoptaron Germán Morales y Juan Francisco González al principio del encuentro, y también a lo largo del mismo, fueron tan injustificables que se puede decir, como excepción y sin temor a equivocarse, que decantaron el encuentro. A un equipo como el de Lucas Mondelo no se le pueden hacer regalos, y los árbitros les hicieron uno inmenso: las tres personales de Nicholls en los primeros tres minutos de juego no tenían pies ni cabeza, pero el caso es que el entrenador salmantino se vio con el viento totalmente a favor al eliminarse la mitad del principal escollo que Rivas Ecópolis está oponiendo a los atacantes rivales: la defensa interior rocosa y muy reboteadora a la que nos tiene acostumbrados la pareja Nicholls – Jones, y que en esta ocasión se vio alterada por la pérdida virtual de la cántabra, que no pudo volver a salir hasta los últimos compases del segundo cuarto.
No nos cansaremos de decirlo: la Federación debería velar con más celo para que en partidos que pueden decidir muchas cosas en Liga Femenina, el nivel del arbitraje se adapte a lo que es un partido de las características del de hoy: intenso por naturaleza y, por tanto, en el que no se puede ‘pitar miedo’ a cada paso.
Por último, no debe quedarse en el tintero una nota dirigida a la excelente pivot Erika de Souza: es mejor no hacer aspavientos ni gestos irónicos al público del equipo rival cuando se juega fuera, ni siquiera teniendo a su favor la enorme afición que suele acompañar a Perfumerías Avenida. Demuestra un mal estilo impropio de una buena jugadora y en alguna ocasión podría acarrear consecuencias lamentables.
Video Miguel Méndez: «Los árbitros no han estado a la altura del partido»