XV Ciclo Flamenco y Mosto 2017. Peña Cultural Flamenca»LA TRILLA» (Trebujena)

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En la foto, la onubense, Rocío Márquez en un momento de la actuación. Foto: Vicente Pachón.

Trebujena (hasta 1857, Trebugena) es un municipio español de la provincia de Cádiz, Andalucía. Se encuentra situada a 57 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz. Las localidades vecinas son: Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda en la provincia de Cádiz y Lebrija en la provincia de Sevilla.

Fotos y texto: Vicente Pachón.

El entorno comparte el paisaje de zona de campiña, asentada sobre cerros de tierras albarizas, con los terrenos de marismas en los seis kilómetros que el río Guadalquivir recorre en el término municipal.​

Trebujena es un pueblo que históricamente, dentro del sector agrario, ha estado muy ligado a la viña y los vinos. Pertenece al Consejo Regulador Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry. En la actualidad la viticultura va en retroceso debido a la fuerte bajada de los precios de la uva, lo que está provocando el resurgir de viñas, así como los Tabancos o Tascas, que son bodegas donde particulares elaboran y venden sus propios vinos del año, el llamado «mosto».​ Algunas incluso incorporan cante flamenco espontáneo.

​Cuenta con una banda de más de 150 años de historia, la Asociación Filarmónica Nuestra Señora de Palomares​. En 1987 las marismas de Trebujena fueron el escenario elegido por Steven Spielberg para rodar El imperio del sol, lo que sirvió para ayudar significativamente a la economía local.​

La película se rodó en los Elstree Studios de Inglaterra y las localizaciones se llevaron a cabo en Shanghai y España. Spielberg escogió la localidad gaditana de Trebujena para reproducir el campo de internamiento japonés del Río Wusong. Allí en la finca ‘Alventus’, en las Marismas del Guadalquivir, el director norteamericano levantó una estación de tren, un aeropuerto, un estadio olímpico y un campo de concentración japonés, con su hospital.​

Hecha esta introducción wikipédica, es de destacar la labor de la Peña Cultural Flamenca La Trilla. Esta lleva cuidando el flamenco desde el año 1976, con lo cual ha cumplido 41 años de existencia. Su junta directiva y socios hacen posible el milagro de seguir viva y no sólo eso, organizan unas jornadas de flamenco con unos carteles que no envidian a muchas programaciones con más presupuesto. Este año 2017 comenzaron con las actuaciones de María Mezcle y Miguel de Tena. La Sanluqueña dejó constancia del dominio de los cantes de su tierra, como lo realizado por Cantiñas. Y el de Ruecas (Badajoz) es un cantaor con repertorio variado, voz de registros altos ycon dominio en los cantes libres. Se gustó por fandangos.

En la segunda jornada, a la que no pude asistir, por eso no dispongo de fotos, actuaron Israel Fernández y Filo de los Patios. Israel es una promesa que gracias a su conocimiento y forma personal de cantar, ha creado expectativas de futuro.

La madrileña es una artista larga que ha bebido de buenas fuentes cantaoras: Morente, Menese, Carmen Linares, etc. Y hace un buen conjunto con el guitarrista Paco Cortés.

Y cerrando ciclo, pudimos escuchar a la onubense Rocío Márquez, cantaora que se mueve por la delgada cuerda que separa la heterodoxia y la pureza flamenca. Como estudiosa que es, conoce bien los cantes y los lleva a su forma siendo ahí donde provoca discrepancia. Puede que sea una revolucionaria si es que este es un término que aguante el flamenco. Ella está haciendo una apuesta por nuevas vías. Tendremos que ver cómo se construye el final del camino.

Desde estas líneas, pedir respeto y apoyo a las peñas y asociaciones que tanto hacen porque el flamenco resista ante tanta cazurrez de los que dirigen, en altas esferas, nuestra cultura.​