Bendecidos los animales en Rivas en la festividad de San Antón

2306
En la imagen, el párroco titular de San Marcos D. Juan Manuel Martín, bendice unos perros. Foto cedida por la Parroquia de San Marcos.
En la imagen, el párroco titular de San Marcos D. Juan Manuel Martín, bendice unos perros. Foto cedida por la Parroquia de San Marcos.

Ayer  lunes17 de enero festividad de San Antón, patrón de los animales, se realizaba la tradicional bendición de las mascotas en la Parroquia de San Marcos del Casco Antiguo de Rivas, realizada por el párroco titular D. Juan Manuel Martín.

Más de medio centenar de mascotas pasaban la tarde de ayer lunes 17 de enero por la parroquia de San Marcos del Casco Antiguo de Rivas para recibir la bendición en el día de San Antón, patrón de los animales, una tradición que lleva años realizándose en esta parroquia.

De 17:30 a 18:30h, el párroco titular de San Marcos D. Juan Manuel Martín, esparcía guisopo en mano el agua bendita sobre los animales que los dueños presentaban, en su mayoría perros y gatos, aunque también se bendijeron algunos conejos, cobayas y hamsters.

Fotos cedidas por la Parroquia de San Marcos.

Una tradición secular

Esta tradición de bendecir a los animales que se remonta a principios del siglo XI, cuando se estableció como festividad en Francia, para posteriormente irse extendiendo hasta nuestros días por todo el continente europeo y parte de Latinoamérica, se realiza en Rivas todos los años y viene de cuando los campesinos rogaban al santo para que protegiera a sus ganados de las enfermedades y de los ataques de los depredadores. Con el tiempo la bendición se extendió también a los animales domésticos.

San Antón, también conocido como San Antonio Abad, nació a mediados del siglo III d.c. y fue un monje cristiano y fundador del movimiento eremético. Tras quedarse huérfano muy joven se sabe que abandonó sus bienes para llevar una existencia de ermitaño. Se cuenta que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus rayones (cría de jabalí) que sufrían de ceguera y San Antón los curó. La jabalina en agradecimiento ya no se separó más de su lado y siempre le protegió ante otros animales, motivo por el que a este santo se le representa con un cerdo a sus pies.